lunes, 15 de junio de 2015

prueba

Un perro perdido es como un niño perdido.
Se les pone una cara de susto muy grande y miran a los ojos de la gente que pasa con ese desespero de terror que trae el desamparo.
En el caso de los niños, normalmente en pocos minutos alguien se da cuenta y le dice quédate tranquilo vamos a buscar a tu madre, no te asustes, yo te ayudo.
Los niños se tranquilizan, le dan la mano al desconocido y en cuestión de pocos minutos los mecanismos de búsqueda de la familia están activados.